Los videojuegos pueden llegar a ser terapéuticos contra determinadas enfermedades y trastornos neuronales como el Alzheimer, la depresión o la dislexia
Cuando escuchamos la palabra videojuego siempre nos viene a la mente alguno de esos míticos a los que jugábamos antaño, llámense MarioBros, Sonic, Pang, Outrun…o si nunca fuimos de esa generación de los que se interesaban por los arcades, quizá nos suenen más términos más actuales por ser padres como Fortnite, FIFA, Final Fantasy o títulos similares. Es decir, siempre lo hemos asociado a un juego, y como no, divertido. Pero, si nos situamos en ese punto de vista más paternal, podíamos la segunda de nuestras asociaciones rápidas de pensamiento puede tener que ver con el hecho de que la afición a este tipo de juegos o entretenimientos puede convertirse en un problema para los adolescentes (y menores) si por nuestra parte no hay un control del tiempo de uso o del tipo de contenidos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye como patología o trastorno mental la adicción a los videojuegos.
La evolución de ese concepto de juego poco tiene que ver con cualquiera de las dos asociaciones mentales rápidas que hemos comentado porque resulta que hoy en día existen videojuegos que pueden llegar a ser terapéuticos contra determinadas enfermedades y trastornos neuronales como el Alzheimer, el síndrome de Down, la dislexia, la depresión o TDAH ( Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), tal y como han demostrado distintos estudios realizados durante la última década.
Aunque al parecer es un terreno poco explorado, según los expertos, los resultados están siendo muy positivos, y cada vez son más los profesionales que optan por esta novedosa fórmula tecnológica para obtener ciertas mejoras en la salud de sus pacientes, que, de otro modo, no podrían conseguir.
Dentro de esta línea de investigación se enmarcan estudios como el Playmancer (A European Serious Gaming 3D Environment), un proyecto europeo que, tal como se explica en la entrevista publicada en la revista digital Infocop, nació en 2007 con participación española y de otros cuatro países (Austria, Suiza, Grecia e Italia), y que “pretende desarrollar y evaluar la aplicación de videojuegos terapéuticos en dos ámbitos principales: rehabilitación física para personas que han sufrido un accidente vascular cerebral y cambio de estilos de vida para personas con trastornos adictivos o de conducta (como el juego patológico o la bulimia nerviosa)”.
Según este estudio, algunos videojuegos terapéuticos:
- Ayudan a mejorar la motricidad.
- Potencian la actividad neuronal.
- Incrementan la capacidad de reacción.
- Ayudan a gestionar emociones.
- Facilitan la socialización, el juego con amigos o más personas y su comunicación.