¿Cómo sobrevivir a la estación del polen?

El comienzo de la primavera no es una buena noticia para todo el mundo. Con ella aparece también la polinosis o alergia al polen, una enfermedad que afecta a más del 15% de la población. Existen tratamientos y medidas para paliar sus efectos.

A finales de marzo llega una de las estaciones preferidas por mucha gente, la época de los “primeros verdes” en la que luce el buen tiempo, los árboles y plantas florecen y la ciudad toma nuevos colores. Sin embargo, para una parte de la población nada desdeñable, supone también la llegada del picor de garganta, los estornudos y el asma, puesto que la alergia al polen y también a los ácaros se agudiza durante esta época del año. Se calcula que un 15% de las personas adultas y hasta un 30% de los jóvenes padecen polinosis, una afección que es más frecuente en las ciudades por culpa de la contaminación.

¿QUÉ ES LA ALERGIA PRIMAVERAL?

La polinosis es una de las enfermedades alérgicas más frecuentes, junto a la que producen los ácaros del polvo, que aunque están presentes a lo largo de todo el año, se reproducen más fácilmente con la temperatura y humedad de esta época. En el caso del polen, la alergia se produce cuando este penetra en el organismo a través de la nariz, la boca o los ojos, produciendo reacciones en el sistema respiratorio y ocular.

Los pólenes alérgicos varían en función del clima de cada territorio, pero en general, en España las especies que provocan más problemas son las gramíneas, plantas silvestres y malas hierbas que crecen de manera espontánea, seguidas de otras especies como el plátano de sombra o el olivo. Cada especie tiene sus periodos de polinización y existen numerosos recursos en Internet para consultar el nivel de concentración por zonas, como www.polenes.com, basados en la red de estaciones de aerobiología repartidas por todo el país.

CÓMO MINIMIZAR LOS SÍNTOMAS

La alergia primaveral puede afectar a varios órganos, como la nariz, los ojos, la garganta, los pulmones y los oídos, causando reacciones que incluyen congestión e inflamación de garganta, conjuntivitis, dificultad para respirar y opresión en el pecho. Los síntomas se agudizan en momentos concretos como los días soleados y ventosos.

La principal medida para paliar la polinosis consiste en evitar el contacto con el alérgeno siempre que sea posible, por eso es importante conocer los pólenes que producen la alergia y las épocas en que están más concentrados en la atmósfera. Además, es esencial acudir al médico si se tiene la sospecha de padecer alergia, puesto que el profesional será el encargado de realizar las pruebas pertinentes para detectar sus causas y recetar la medicación más adecuada.

CONSEJOS PARA EVITAR LA ALERGIA PRIMAVERAL

• Cierra las ventanas durante la noche y en días ventosos.

• Evita salir a la calle al amanecer y al atardecer.

• Utiliza gafas de sol.

• Sube las ventanas del coche al viajar.

• No cuelgues la ropa al aire libre, el polen se puede acumular en ella.

• La playa es un buen lugar para ir en días de máxima concentración.