Este es el título del informe publicado por el Instituto de Medicina de los Estados Unidos (IOM) en noviembre de 1999. La publicación quiso poner de manifiesto el impacto de los errores del sistema sanitario, sin señalar a los profesionales que los cometen. Planteaba como objetivo reducir los errores en la práctica sanitaria y mejorar la seguridad del paciente mediante el diseño de un sistema sanitario más seguro. 

El informe también afirmaba que la complejidad en la atención en salud es tal, que resulta casi imposible prevenir el error en su totalidad.

¿Qué entendemos por seguridad del paciente?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la seguridad del paciente como un principio fundamental de la asistencia sanitaria. Implica la ausencia de daños prevenibles a un paciente durante el proceso de atención sanitaria. En particular, la reducción a un mínimo aceptable, de los riesgos de daños innecesarios relacionados con la atención de salud.

Su objetivo es prevenir y reducir los riesgos, errores y daños que sufren los pacientes durante la prestación de la asistencia sanitaria. 

Según los datos publicados por la OMS:

  • Los eventos adversos debidos a una atención poco segura son probablemente una de las 10 causas principales de muerte y discapacidad en el mundo.
  • En los países de nuestro entorno se estima que uno de cada 10 pacientes sufre daños mientras recibe atención hospitalaria.
  • A nivel mundial, hasta 4 de cada 10 pacientes sufren daños en la atención sanitaria primaria y ambulatoria. 
  • Hasta el 80% de los daños se pueden prevenir.

¿Qué podemos hacer para mejorar la seguridad del paciente?

  • Considerar la seguridad como componente esencial de la calidad asistencial. Que hacer las cosas bien sea lo natural. No hay calidad asistencial sin seguridad del paciente.
  • Se ha de desarrollar una actitud proactiva para detectar los problemas antes de que se manifiesten.
  • Fomentar un clima de comunicación abierta y de confianza, dirigido a obtener como beneficio una mayor confianza de los pacientes en el sistema y en los profesionales, y unos profesionales motivados y satisfechos con su trabajo.
  • Fomentar el trabajo en equipo.
  • Estandarizar los procedimientos a fin de reducir la variabilidad de la práctica clínica y mejorar su eficiencia y efectividad.
  • Atención centrada en el paciente, mejorando los aspectos de transparencia de la comunicación, respeto y participación en la toma de decisiones.

Recuerda: no hay calidad asistencial sin seguridad del paciente.

Si quieres saber más:

  • Organización Mundial de la Salud: https://www.who.int/
  • Ministerio de Sanidad: https://www.sanidad.gob.es/
  • Rocco C, Garrido A, Seguridad del paciente y cultura de seguridad. REV. MED. CLIN. CONDES – 2017; 28(5) 785-795]. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-pdf-S0716864017301268