“Se puede hacer mucho solo con un poco de tiempo y voluntad”

Sandra díaz realizó su primer viaje solidario este mes de octubre, cuando cogió su maleta llena de libros para colorear y pinturas, y se lanzó a volar hasta dschang, en camerún, con el objetivo de ayudar en el hospital solidario donde trabaja la ong acoem. Durante ocho días, estuvo trabajando como operadora de rayos en quirófano y ayudando a instruir al personal de enfermería del hospital. También le dio tiempo a acercarse al colegio local, donde repartió el material escolar conseguido tras una recolecta aquí. Sandra nos explica cómo vivió esta gratificante experiencia.

En octubre hiciste un viaje solidario a Camerún, ¿cómo fue?

Fue una experiencia muy bonita, aunque en determinados aspectos también fue dura. Es un país donde la gente es maravillosa, súper agradecida, pero es duro ver la situación de pobreza en la que viven. Estuve en la ciudad de Dschang, en una de las expediciones solidarias que organiza ACOEM, la Asociación de Cirujanos Ortopédicos Españoles para el Mundo. Colaboran con una congregación de hermanas de allí, y todos los meses va un equipo de traumatólogos, anestesistas, instrumentistas, etc., para realizar operaciones y también para formar al equipo del hospital.

 

Es tu primer viaje solidario, ¿cómo te decidiste a ir?

Yo siempre había querido colaborar en algo así, pero al no tener gente cercana, o una ONG de confianza, no me había decidido. Pero el doctor Miguel Arilla, subdirector médico del Hospital de Coslada, y el doctor Luis García Lomas, jefe en M. C. Mutual, que colabora con Asepeyo, forman parte de la asociación y al conocer el proyecto me animé. Lo comuniqué, les pareció buena idea y me preparé para viajar en la expedición de octubre, del 15 al 23.

 

Toda la gente del pueblo fue muy amable y agradecida¿Cuál fue tu función allí?

En el Hospital de Coslada estoy en quirófano y también soy operadora de rayos, así que principalmente, mi función allí fue esa. Esa semana tuvimos dos días en los que nos dedicamos de la mañana a la noche a intervenciones en quirófano de los pacientes vistos en días anteriores. Aun así, por el volumen de pacientes, el quirófano se abrió todos los días, y yo participaba circulando en el quirófano, dando rayos en cirugías cuando se necesitaba, instruyendo al personal de enfermería dentro del quirófano… También estuve ayudando a técnicos con las proyecciones de las radiografías.

 


“ALLÍ APRENDES A OPTIMIZAR AL MÁXIMO LOS RECURSOS”


¿Cómo es la situación allí?

La verdad es que el hospital en el que estuvimos tiene unas instalaciones estupendas en comparación con los hospitales públicos, que son bastante desoladores. Además, allí son relativamente caros para el poder adquisitivo de la gente. Por ejemplo, si tienes que escayolarte, te hacen una lista de lo que necesitas y tienes que comprar tú las gasas, los apósitos… En cambio, el hospital en el que estuve es muy solidario y todo lo que se puede hacer, se hace, dentro de las posibilidades que tienen. El equipo de traumatólogos de ACOEM ayuda a las hermanas en cómo tienen que llevarlo y han conseguido grandes avances.

 

¿Hay algo que recuerdes con especial cariño del viaje?

Tuve la oportunidad de acercarme a la escuela para llevar un paquete de libros, pinturas y materiales que había recolectado en España. Allí estuve con niños chiquititos, de 2 a 5 años, y la verdad es que fue súper gratificante porque eran un amor, siempre con la sonrisa en la boca. No paramos de jugar, y eso que allí el idioma oficial es el francés, pero jugando les enseñé el corro de la patata ¡y se aprendieron la canción! Fue muy bonito, pero también tuvo su parte dura porque, por ejemplo, la escuela no dispone de agua limpia ni potable todos los días y a veces se limpiaban las manitas en un agua color chocolate, o no había agua potable suficiente para que todos pudieran beber. Pero para ellos es una situación normal y están siempre con la sonrisa en la boca.

 

¿Qué te has llevado de este viaje?

He aprendido lo importante que es optimizar los recursos, porque al tener tan poco, allí reutilizas lo que nunca pensarías que podrías reutilizar. En ese sentido, también que con poquito se puede hacer mucho, porque comparas la vida de allí y la que tenemos aquí y te das cuenta de lo bien que vivimos. Tras un viaje así valoras muchísimo más lo que tenemos aquí.

 

¿Tienes intención de repetir en un futuro?

El viaje me ha aportado mucho y me encantaría volver, aunque dentro de un tiempo porque implica gastar días y también una pequeña cantidad de dinero para pagar el vuelo y las vacunas. ¡Pero sí e gustaría repetir! Hay muchos sitios donde se nos necesita, y en temas sanitarios podemos aportar muchos conocimientos. Con un poco de voluntad podemos hacer mucho.