Una mente distraída es una mente infeliz

A esta conclusión llegaron los autores de un estudio de la Universidad de Harvard (Killingsworth y Gilbert. Science 2010) tras recoger alrededor de un cuarto de millón de repuestas, de varios miles de personas en 83 países. En él se evidenció que, independientemente de lo que hagamos, somos mucho menos felices cuando nuestra mente está distraída (divagando) que cuando estamos concentrados, independientemente de lo que estemos haciendo.

De forma natural, nuestra mente esta distraída aproximadamente durante la mitad del tiempo en que estamos despiertos. Recuerdos del pasado, pensamientos sobre el futuro, fantasías, ideas, imágenes, múltiples pensamientos cruzan por nuestra mente sin relación directa con la actividad que tenemos entre manos. Al contrario que los animales, el ser humano es capaz de pensar en cosas que no están ocurriendo en ese mismo momento. Sin embargo, esta habilidad cognitiva tiene un coste emocional. Somos más felices cuando estamos presentes y concentrados en lo que estamos haciendo en cada momento.

Mindfulness o conciencia plena

En este sentido, Mindfulness es la forma de consciencia que surge al prestar atención, a propósito, y sin prejuicios, a nuestra experiencia, momento a momento, en el presente (Jon Kabat-Zinn). En esa experiencia podemos incluir no solo la actividad que estamos desarrollando, si no también lo que ocurre en nuestro entorno, y ser conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales.

Esa consciencia de uno mismo, de nuestros pensamientos y reactividad en relación con lo que esta pasando, es lo que diferencia mindfulness de la simple atención, por muy intensa y concentrada que esta sea. Si nos gusta el futbol y estamos viendo un partido emocionante por la televisión, no hay duda que estaremos muy atentos y concentrados. Tanto que nos aislaremos de todo lo demás, como si estuviéramos dentro del televisor. Sin embargo, con mindfulness no solo prestaremos atención al partido, si no que seremos conscientes de nuestras reacciones y emociones, así como también de las de las personas a nuestro alrededor. La experiencia será más enriquecedora.

El origen de mindfulness lo encontramos en antiguas tradiciones budistas. En la lengua pali (la que se hablaba en tiempos del Buda) se llamaba Sati y no fue hasta finales del siglo XIX cuando un lingüista británico la tradujo por Mindfulness.  En español suele traducirse por conciencia o atención plena, aunque también se usa mucho el término inglés Mindfulness.

Mindfulness es una habilidad que todos tenemos, pero que no solemos desarrollar. Especialmente en el mundo actual, plagado de distracciones constantes. ¿Con cuanta frecuencia vemos gente a nuestro alrededor mirando el móvil en medio de una conversación sin que eso tenga relación con lo que se supone que están hablando?

Mindfulness en medicina

El florecimiento actual del mindfulness se lo debemos a Jon Kabat-Zinn, un biólogo molecular doctorado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

En los años 70, mientras trabajaba en el centro médico de la facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts desarrolló un programa orientado a aliviar el sufrimiento de los pacientes con dolor crónico y estrés. Aunque el programa incluyó prácticas procedentes de tradiciones contemplativas orientales, Kabat-Zinn eliminó cualquier influencia religiosa para que nadie, que se pudiese beneficiar de él, tuviese problemas para participar. Dicho programa es el que se sigue impartiendo por todo el mundo y que se conoce como Mindfulness Based Stress Reductión (MBSR) o Reducción del estrés basada en Mindfulness. Se trata de un programa experiencial que dura ocho semanas, durante las cuales se realiza un auténtico entrenamiento que produce cambios beneficiosos en los participantes.

Este programa, al ser muy estructurado y reproducible, ha permitido avanzar mucho la investigación y gracias a los avances en neurociencia y al desarrollo de las nuevas técnicas de neuroimagen se han podido demostrar algunos de sus beneficios.

Beneficios

Se ha visto que las intervenciones basadas en mindfulness y sus prácticas nos ayudan en la depresión, disminuyendo las recaídas y su intensidad, combatir el burnout, aumentar la satisfacción en el trabajo, mejorar las relaciones personales, disminuir la rumiación, descansar mejor por la noche, y reducir muchas de las manifestaciones de problemas médicos que están influenciadas por el estrés, como problemas digestivos, dolores de cabeza, psoriasis, hipertensión, falta de memoria y concentración, etc.

Evolución

Siguiendo la estela del programa MBSR han surgido otras intervenciones basadas en Mindfulness como la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT) que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la depresión. Y también se ha introducido, no solo en la medicina y la psicología si no también en múltiples campos como la enseñanza, la judicatura, la policía, el mundo de la empresa, el deporte, etc.

De hecho, el parlamento británico encargo a un grupo parlamentario integrado por representantes de todos los partidos que elaboraran un informe (publicado en 2015) sobre la posible utilidad de mindfulness en distintas áreas del gobierno como la salud pública, la educación, el trabajo y el sistema judicial. (https://www.themindfulnessinitiative.org/mindful-nation-report).

Pero igual que ha pasado con otros conceptos como el zen, este aumento de popularidad del mindfulness tiene también una contrapartida. La oportunidad de negocio debido al aumento de popularidad hace que se ofrezcan bajo el paraguas de dudosas “investigaciones científicas” muchas ofertas de cursos, cursillos, programas y aplicaciones para el móvil, de escasa utilidad. Incluso ya se vende una mayonesa mindful.

En la actualidad se está revisando la validez científica de algunas de estas publicaciones y se recomienda ser cautos y valorar bien el grado de evidencia de los trabajos antes de sacar conclusiones apresuradas.

Experimentar un momento de Mindfulness

Si explicamos a que sabe el chocolate, a alguien que no lo haya probado nunca, será difícil que llegue a saber cual es su sabor de verdad. Mindfulness pertenece a ese grupo de cosas que se entienden mejor cuando las experimentamos. En el siguiente audio te proponemos un ejercicio muy sencillo para que comiences tu experiencia mindful.