Concepción López López, directora de enfermería del hospital, ha recibido un homenaje el 25 de octubre con motivo de su jubilación.

Al acto, presidido por la doctora María D. Soto Mercado, asistió la Subdirectora General Isabel García Gismera, quien, junto con su sucesora, Evangelina Luque García, dedicaron unas cariñosas palabras y le entregaron una placa conmemorativa.

“La vocación no era innata en mí, la hice realidad en el mismo momento que interactué con el primer paciente”

 

Concha, como la conocemos todos cariñosamente, entró a trabajar en Asepeyo en 1980. Tras su paso por los centros asistenciales de Legazpi y Fco Silvela, se incorporó al hospital desde su apertura en abril de 1981.

A lo largo de su carrera, ha sido parte del equipo directivo del hospital de Coslada, trabajando junto a los gerentes José Mor Pompido, Isabel García Gismera y María D. Soto Mercado.

Concha empezó su trabajo en el hospital como auxiliar de enfermería durante cuatro años. Tras finalizar los estudios de enfermería trabajó cinco años como enfermera en hospitalización; otros diecisiete años como supervisora de unidades de hospitalización y UCI; un año más como directora de enfermería en funciones y durante diecisiete años como directora de enfermería del hospital.

 Además, Concha ha participado activamente en la Asociación de Traumatología y Ortopedia de Enfermería AEETO, siendo miembro del comité asesor/científico (2000-2004) y del comité directivo (2005-2008).

Concha López: una vida dedicada al cuidado y bienestar.

 

¿Cómo surge tu vocación por el cuidado de las personas?

La vocación no era innata en mí, la hice realidad en el mismo momento que interactué con el primer paciente, me di cuenta que solo en esta profesión, si lo deseas,  puedes salir con la mochila más llena que cuando entras, esto sólo se consigue con el contacto directo de atención del paciente; en definitiva esto es enfermería.

¿En qué momento pasaste a dedicarte al ámbito de la gestión?

Cuando comencé en el puesto de dirección colabore con  los supervisores en la gestión de servicios; como supervisora gestioné servicio y personas, pero como enfermera también gestionaba (tiempo con el paciente, material necesario etc.), considero que la gestión está en todas las actividades que realizamos en el día a día.

¿Qué faceta profesional te ha llenado más: la gestión, la docente, la investigadora o la asistencial?

Las cuatro, creo que un profesional de enfermería es imprescindible trabaje estas cuatro áreas, cualquiera que sea el puesto que ocupe trabajará en estas cuatro áreas.

Pasemos a hablar de seguridad del paciente, ¿cuáles son los principales avances en este aspecto?

El avance en seguridad ha sido muy importante, se han implantado herramientas para detectar errores que se analizan y se implantan medidas, esto sirve para que no se repitan.

Tenemos un proceso específico que consta de un equipo multidisciplinar que trabaja activamente en este área. Contamos con rondas de seguridad donde el paciente aporta su percepción de cómo se siente de seguro y nos permite conocer, analizar  y poder corregir posibles situaciones de riesgo. Considero que hay mucho trabajado, pero hay que continuar trabajando en esta línea activamente de forma proactiva y no reactiva, adelantándonos a la probabilidad de que suceda un error a través de la gestión de riesgos con la  búsqueda de riesgos potenciales.

¿Cómo te sientes al acercarte al final de tu carrera en Asepeyo?

Con un doble sentimiento, por un lado con nostalgia por dejar atrás una larga vida laboral y por otro ilusionada con realizar nuevos proyectos que nunca pude realizar por falta de tiempo. 

Mirando hacia atrás, ¿qué es lo que más valoras de tu tiempo en Asepeyo?

La autonomía con que desarrolle en todo momento mi trabajo y el sentimiento de sentirme siempre muy valorada dentro del equipo.

¿Qué ha sido lo más difícil de tu puesto de directora?

La responsabilidad de llevar un equipo tan transversal y numeroso;  eso hace que sientas que tienes detrás mucha gente que tienes que guiar con un timón estable y que de tus decisiones dependen muchas personas y por ende los pacientes.

¿Podrías compartir alguna experiencia que te haya marcado de manera especial?

Sin duda, la situación vivida con la reconversión del hospital a consecuencia del COVID.

Sentí miedo por la salud del personal y a la vez admiración;  tuvimos que reorganizar en dos días todos y cada uno de los servicios lo cual fue complejo: crear nuevos protocolos casi diarios, nueva organización de cobertura de servicios…  pero creo todo el personal  no lo pudo hacer mejor (en especial todo el personal que atendió directamente a pacientes, salvando vidas poniendo en riesgo su vida y la de sus familias). Nunca me he sentido más preocupada pero a la vez más orgullosa del personal y con sentimiento de equipo compacto que se sentía en todo momento, todos remamos en el mismo sentido.

A lo largo de los años, ¿cómo has visto evolucionar la profesión de enfermería?

La evolución de la profesión de enfermería en la última década ha experimentado un avance muy importante. La enfermería en la actualidad está desarrollando y utilizando más sus conocimientos, basada en modelos y teorías, para fundamentar su práctica clínica.

Con el cambio de la diplomatura al grado considero caminamos en la búsqueda de nuestro lugar,  fundamentando nuestro interés en la formación e investigación con el fin de  ofrecer los mejores cuidados siendo un eslabón  fundamental en atención;  entendiendo  nuestro trabajo como complementario al resto de profesionales que rodean  la atención al paciente.

¿Qué consejo le darías a las nuevas generaciones de enfermeros y enfermeras que están empezando?

Que sigan adelante, que se cuestionen lo que hacen y por qué, en definitiva que se formen e investiguen para que con evidencias puedan prestar la mejor atención

¿Qué planes tienes para esta nueva etapa que comienzas?

Disfrutar del tiempo libre del que no he disfrutado en exceso (en especial en el puesto de dirección de enfermería que exige dedicación al hospital 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año disponible), hacer aquellas inquietudes que siempre tuve y no me pude dedicar (interiorismo, cerámica etc.).

Para cerrar, ¿algún mensaje final para tus compañeros en Asepeyo?

Que aunque estamos viviendo constantes cambios normativos que nos exigen continua adaptación a nuevas formas de trabajo, que no cesen en el empeño de seguir demostrando que “somos únicos” y en especial pido a enfermería no bajar la guardia porque ya tenemos el listón muy alto a nivel de responsabilidad, compromiso, profesionalidad y trato humano.

Estoy segura que continuará porque son grandes profesionales y grandísimas personas.