El futuro ya está aquí. La introducción de la comunicación por SMS, gracias a la red 2G, fue el primer paso para hacer de nuestros teléfonos móviles herramientas imprescindibles de nuestra cotidianidad. Si aquello fue una revolución, la red 5G transformará aún más la tecnología y la manera de comunicarnos.

Gracias a esta red, la velocidad de conexión será la que marcará la diferencia frente a lo que conocemos actualmente. En otras palabras, se navegará por internet mucho más rápido, se mejorará la latencia, hecho que permitirá la conexión prácticamente en tiempo real, y se incrementará el número de dispositivos conectados en el entorno. Como si fuera una orquesta perfectamente armonizada, los vehículos, robots industriales o el mobiliario urbano podrán conectarse y compartir información simultáneamente. 

Una explosión tecnológica de esta magnitud producirá un efecto significativo en la economía global, la sociedad y en los ODS, según lo destaca el informe The Impact of 5G: Creating New Value across Industries and Society en colaboración con PricewaterhouseCoopers (PwC), el cuál desgrana los impactos que la red 5G dará para un futuro más productivo.

También cabe destacar el estudio de la propia PwC  The Global economic impact of 5G, que afirma que será en 2025 cuando se notará la influencia de la red a escala mundial. En la carrera por sacar partido a esta nueva tecnología, Estados Unidos con 484.000 millones de dólares, China, con 220.000, y Japón, con 76.000, serán los países que experimentarán un mayor crecimiento en su actividad. En este sentido, Vanesa González Prieto, socio responsable de telecomunicaciones de PWC, explica que “el impacto económico de esta tecnología variará, pero sus potenciales efectos son enormes, no sólo por su velocidad, sino porque proporciona máxima fiabilidad y una reducción en el uso de la energía”.

Otras empresas del sector tecnológico como CSS Insight y Ericsson coinciden en el despliegue que la red 5G supondrá en las vidas cotidianas, en los sectores profesionales e industriales. Por un lado, la primera anunció que las conexiones 5G globales alcanzarán los 1.200 millones a inicios de este 2023 pese a las complicaciones que supuso la pandemia del COVID-19. Por otro lado, según pronostica Ericsson en su Mobility Report, en 2027 habrá un total de 4.400 millones de conexiones 5G en todo el mundo. Con ello, se augura el progreso en la conectividad.

Algunos de  los sectores que presenciarán más cambios a raíz del 5G son el de sanidad y el de consumo. En cuanto a sanidad, la atención remota permitirá un ahorro de costes sustancial y mejores resultados en la recuperación del paciente gracias a la optimización de las interacciones con los médicos y la reducción de las estancias hospitalarias. En lo que a consumo se refiere, se optimizará la distribución de contenidos y servicios requeridos por los usuarios. De hecho, acorde a la declaración de PWC, la aplicación de esta tecnología en el sector aportará 254.000 millones de dólares al PIB mundial en 2030. 

Finalmente, la localización de las empresas será mucho más flexible que en décadas anteriores dado que el 5G, por su gran capacidad de conexión inalámbrica, posibilitará que la maquinaria industrial no tenga que estar situada en una ubicación concreta. Con todo, podemos afirmar que la sociedad, las industrias, la interacción entre las personas y los objetos están sufriendo un grandioso cambio digital y tecnológico y que, tal como sostiene Albert Cuatrecasas, director general de la compañía tecnológica Cellnex: “veremos usos de la tecnología que no alcanzamos ni a imaginar”. Seguramente estamos presenciando el inicio de una  revolución tecnológica tan potente como la que supuso la de principios del siglo XVIII.

 

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