Cómo incorporar el deporte en nuestro día a día
Uno de los pilares de una vida saludable es la práctica de deporte. Sea cual sea tu actividad favorita, estarás más sano y feliz gracias a los múltiples beneficios que nos aporta en nuestro día a día.
Si te gustaría realizar más actividad física pero te falta motivación para incorporarla a tu jornada diaria, en este artículo te ofrecemos una serie de consejos para que calzarte las zapatillas sea más fácil.
SAVE THE DATE
La planificación previa siempre es útil, y más cuando una de las cosas que queremos conseguir es dedicar unos minutos a hacer deporte. La mejor opción es planear la noche anterior todo lo que quieres conseguir durante el día siguiente y establecer horarios para cada tarea.
Si planificas con antelación los entrenamientos, te será más difícil saltártelos
HAZ LO QUE TE GUSTE
Las disciplinas deportivas son muchas y tú tienes que encontrar la que más te motive para dedicarle un tiempo al día sin que te cueste mucho esfuerzo. Desde hacer deporte en grupo, hasta salir a practicar marcha nórdica o bicicleta, son muchas las opciones que tienes para disfrutar haciendo ejercicio. Recuerda que también puedes incorporar el ejercicio de una forma más orgánica a tu día a día, por ejemplo, bajando del autobús dos paradas antes para dar un pequeño paseo hasta el trabajo.
ESCUCHA TU CUERPO
Si hacer deporte antes de realizar cualquier tarea del día te supone un esfuerzo y no te permite conseguir tus objetivos, busca otro momento del día para entrenar. Tal vez solo necesitas unas horas más para despertar tu cuerpo, nutrirlo y de esta forma rendir más.
La alimentación nos proporciona energía para rendir mejor en el deporte
(DES)AYUNA
Cada cuerpo es un mundo y no hay una regla que determine si comer antes o después del entrenamiento es lo mejor. Lo que sí está demostrado es que independientemente de los hábitos, entrenamientos y estilos de vida, comer algo antes de entrenar te da una dosis de energía que no tendrás si te propones hacer ejercicio en ayunas. Acuérdate de hacer una pequeña comida una hora y media o dos antes para nutrir tu cuerpo y que la energía pueda ser empleada directamente en el entrenamiento y no en la digestión de los alimentos. Si no dispones del tiempo suficiente, una pieza de fruta te dará la energía rápida que necesitas.
HUYE DEL FRÍO, O NO
En invierno, muchas personas optan por apuntarse a un gimnasio de proximidad para huir del frío que supone hacer deporte al aire libre. Si eres de los que necesita una infraestructura, el material y, sobre todo, la temperatura ideal para entrenar, opta por el gimnasio. Mientras que si te encanta tener contacto directo con el exterior y tu cuerpo se aclimata fácilmente, coge la bici, sal a pasear, correr o incluso a jugar a balonmano con tus amigos. Todo sirve para huir del sedentarismo.
DATE UN CAPRICHO
Después de hacer un esfuerzo deportivo, sobre todo si no estás acostumbrado, darte un premio por haber cumplido con tus objetivos de entrenamiento puede ser una buena idea para mantener la motivación. Esas recompensas te ayudarán a mantenerte motivado físicamente e intentar cumplir con los días de ejercicio establecidos en tu calendario. Una onza de chocolate negro, una cena a la semana en tu restaurante favorito o ir al cine esa tarde pueden ser algunos de los premios que mantengan tus ganas de conseguir los objetivos.
DESPRENDE ALEGRÍA
Es bien sabido que, tras ejercitarse, el cuerpo se llena de vitalidad y buen humor. La pereza inicial no puede ganar a las endorfinas provocadas por haber activado tu metabolismo. Llegar a casa con una sonrisa de oreja a oreja provocada por haber conseguido tu pequeño objetivo del día puede cambiarte la jornada por completo.