Pasar más de un año enfrentándonos al coronavirus, acaba pasando factura en nuestra salud física y mental. Hemos aprendido a teletrabajar, a saber qué es un EPI y a vivir sin salir de casa y sin abrazar a nuestros seres queridos. Estamos cansados, agotados, y esta situación hace que nos podamos sentir desmotivados, con una sensación de incertidumbre constante que puede generarnos síntomas de ansiedad o depresión.
¿Qué es la fatiga pandémica?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado fatiga pandémica al cansancio derivado del agotamiento que están creando las prolongadas medidas y restricciones generadas por la pandemia por COVID-19.
¿Por qué se produce?
Según la OMS, la fatiga pandémica aparece de forma gradual en el tiempo y “está afectada por diversas emociones, experiencias y percepciones, así como por el contexto social, cultural, estructural y legislativo”.
- Incertidumbre por una situación que parece no acabar
La situación económica y todo lo que estamos viviendo nos crea un desgaste acumulativo. - Excesivo control para evitar caer enfermos
Esto fuerza a nuestro sistema hormonal y endocrino de manera constante. - Continuación de las constantes restricciones y cambio de hábitos individuales
Lo que deriva en malestar psicológico.
¿Cuáles son los síntomas?
- Cansancio o agotamiento
- Insomnio y problemas para dormir
- Estrés e irritabilidad
- Tristeza y pérdida de motivación
- Dificultad para concentrarse
- Agobio con la rutina de la pandemia
Esto puede derivar en cuadros de desesperanza, como la ansiedad o la soledad
10 consejos para hacerle frente
- Convierte tu estado físico en una prioridad
Ahora, más que nunca, debes cuidar de tu sistema inmunitario:
. Mejora tu actividad física
. Disfruta de una alimentación saludable
. Duerme entre 7 y 9 horas
. Aprovecha la vitamina D
Pasea diariamente, si es posible, para tomar algo de sol, que es una de las fuentes más importantes de esta vitamina. - Cuida tus emociones
Después de tantos meses es normal sentirnos tristes o estresados. Centra tu atención en el presente, en el aquí y el ahora. Disfruta y valora el momento que estás viviendo y evita anticiparte al futuro, que genera una gran ansiedad. - Piensa en positivo
Céntrate en las cosas que sí controlas. Nuestros pensamientos pueden generarnos emociones y hacernos actuar en consecuencia. Detecta los que te hacen daño y cámbialos por otros más útiles y que te aporten emociones positivas. - ¡Activa tu energía y retoma tus aficiones!
Realiza actividades lúdicas que reduzcan el estrés. Juega con tus hijos, lee, encuentra un nuevo hobby, ríe, pasea o medita. No te dejes llevar por la apatía. - Mantén el contacto social
Cuida tus relaciones, no te aísles. Busca apoyo en las personas que quieres y comparte tiempo con tus amigos, ¡aunque sea on line!. - Desconecta
Limita el consumo de noticias y de los contenidos que nos agotan o nos enfadan. Demasiada información puede sobrecargar tus emociones negativas y agotar tu energía.
- Da las gracias
Piensa cada día en 3 cosas por las que estás agradecido, que te han hecho sentir bien, tranquilo y relajado. - Pide ayuda
Si tus síntomas de malestar son intensos, incapacitantes y/o persisten en el tiempo, consulta con tu médico de confianza. - Si teletrabajas, ¡cuídate!
Sigue nuestras recomendaciones para trabajar desde casa. - Recuerda… IMAN
Identifica en qué momento te encuentras. Mantén tu atención. Actúa, utiliza las estrategias que más te ayudan. No olvides pedir ayuda, si lo necesitas.
¿Necesitas más información?
- Equipo de Soporte Psicológico de Asepeyo
Consulta el post No estás solo…nuestro equipo de Psicología te acompaña - Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos y Sonae-Sierra
Bienestar psicológico en tiempos de la COVID-19. Las consecuencias psicológicas de la pandemia: guía de recursos y recomendaciones.
Edita:. ISBN/ISSN: 978-84-947385-7-9
https://menteenequilibrio.es - OMS
Pandemic fatigue. Reinvigorating the public to prevent COVID-19