La Navidad es el momento para pasar más tiempo con la familia y los amigos, y desconectar de la rutina y las obligaciones del día a día. Pero las nuevas tecnologías han cambiado radicalmente nuestra forma de relacionarnos con el entorno. Aunque nadie duda de su utilidad, están afectando a nuestra capacidad de relacionarnos con los demás. Sin darnos cuenta, llegamos a desconectarnos de las personas que tenemos más cerca y nos alejamos de la esencia de estas fechas.
El poder del contacto físico en el bienestar emocional
Pero la tecnología todavía no puede sustituir el contacto y los abrazos. Desde pequeños, el contacto con nuestros padres, como las caricias, son una gran demostración de afecto. Nos abrazamos cuando estamos contentos y queremos celebrar cosas. Pero también cuando estamos tristes y para sentir el apoyo de los demás.
Numerosos estudios han demostrado que el tacto tiene muchos beneficios:
- Promueve el bienestar físico y mental, al regular los niveles de cortisol
- Mejora el peso en los recién nacidos
- Disminuye el dolor
- Reduce las sensaciones vinculadas a la ansiedad y la depresión
La importancia de conectar con un abrazo
En nuestra cultura, los abrazos son una parte fundamental de la demostración de afectividad. Este simple acto es capaz de:
- Liberar grandes cantidades de endorfinas y serotonina, asociadas al bienestar y la felicidad.
- Incrementar la liberación de oxitocina, responsable de generar vínculo emocional, el enamoramiento y del aumento de la empatía.
También disminuye la producción de cortisol y adrenalina, relacionadas con el estrés. - Mejora el estado de ánimo y alivia la ansiedad.
- Comunica emociones y sentimientos.
- Estimula la empatía y la gratitud.
- Nos permite conectar y transmitir afecto, lo que fortalece las relaciones sociales, y establece lazos afectivos, aspectos clave para mantener una buena salud mental.
Es importante destacar…
- Los abrazos son cosa de dos. Son voluntarios, así evitamos incomodar a las otras personas.
- La duración para que sea efectivo debe ser de 5-10 segundos. Un abrazo de 20 segundos consigue la mayoría de los efectos beneficiosos.
- Abrazar siempre con sinceridad, es una forma de transmitir tu afecto.
Siempre necesitamos dar y recibir afecto. Por eso, reivindica el poder de los abrazos.
Esta Navidad, cuida de ti y de los demás, ¡regala abrazos!