Después de 100 km y casi 23 horas, nuestros equipos lo han logrado. Han compartido muchos sentimientos, risas y también lágrimas. Ha sido una experiencia exigente, pero todos los que la han vivido coinciden: ha merecido la pena.

Esta edición de la Trailwalker, marcada por la lluvia, ha sido posiblemente la más dura. Pero ni siquiera el mal tiempo ha podido impedir que nuestros equipos consiguieran su objetivo: finalizar, por quinta vez, este gran reto deportivo.

Nuestros pacientes son un ejemplo para todos, nos demuestran que no hay límites más allá de los que nosotros mismos nos imponemos. Su esfuerzo y tesón son admirables.

A la llegada a la meta, nadie ha podido contener las lágrimas. Besos y abrazos, mensajes de euforia y felicitaciones… la explosión de sentimientos, después de todo lo vivido, ha sido inevitable.

La satisfacción por el esfuerzo realizado, la propia superación, la complicidad del equipo y la alegría de lograrlo son la recompensa de todos aquellos que se han animado a formar parte de esta aventura.

¿Querrás ser tú uno de los protagonistas de la próxima edición?

Oxfam Intermon nos ha concedido el premio “Los valores en el deporte”, un reconocimiento al uso de la práctica deportiva adaptada para potenciar la integración social de las personas con diversidad funcional.