La felicidad en el trabajo

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El bienestar de los empleados se ha convertido en un foco de atención para las empresas españolas

Desempeñar eficazmente nuestro trabajo y alcanzar un alto grado de satisfacción personal no son metas incompatibles. Al contrario. Las nuevas tendencias en Recursos Humanos muestran, claramente, que un trabajador optimista y empático rinde mucho más en su puesto. Según el estudio Happiness & Productivity de la Universidad de Warwick, los empleados felices son un 12% más productivos. Y si son felices, las empresas también lo son ya que reciben mejores calificaciones, un 10 % como mínimo, de sus clientes, tal como afirma la consultora Gallup. Los datos corroboran cada día esta realidad. Así, según indica la VIII Encuesta Adecco sobre Felicidad en el Trabajo, realizada entre más de 3.500 trabajadores, esta circunstancia es capital para el 52,2 % de los españoles a la hora de encontrar un empleo, más allá del salario o la reputación de la empresa.

Cuando el trabajador encuentra bienestar, a través de un entorno de buen trato y oportunidades de progreso y reconocimiento, todo va sobre ruedas. Es por eso que una institución tan solvente como el iOpener Institute de Oxford incide en que los profesionales felices tienen más energía y se identifican más con sus organizaciones. Por algo será.

Las empresas han tomado buena nota de esta nueva manera de entender las relaciones laborales desde hace tiempo. Los empleados del gigante tecnológico Google disfrutan de un entorno de trabajo flexible en horarios e indumentaria (entre otros aspectos) en el que la conciliación con la vida familiar es un asunto de primer orden. En la multinacional sueca Ikea, sus trabajadores cuentan con incentivos como seguros de vida o planes de ahorro y pensiones. La cadena alemana de supermercados Lidl apuesta, en su caso, por el desarrollo de programas de gestión de estrés, horarios adaptables a las circunstancias familiares y una formación continuada.

Pero las compañías no son completamente responsables de la satisfacción de los empleados. Cualquier organización debe facilitar los medios para que sus profesionales pongan en marcha todo su potencial, pero es a ellos a quienes les toca dar un paso adelante.

No te limites a cumplir solo con tus objetivos. Diferenciarse del resto siempre es una alternativa.

¿Qué tal si vamos más allá? Hay que salir de nuestra zona de confort, sorprendiendo y aportando nuevas ideas. Una actitud proactiva se estima mucho en las empresas y, ser bien valorado, es algo primordial para ser feliz trabajando.

Otra buena idea para llevar a la acción es evitar a las personas tóxicas ¡Afectan negativamente a nuestro rendimiento! Como no se puede volar con lastres en los pies, primero debemos detectarlas para después, con mucha cordialidad, zafarnos de sus quejas constantes.

Trabajar nunca debe representar un aburrimiento mortal. A medida que vayamos afinando estas dinámicas, mejoraremos nuestro clima laboral y el de nuestros compañeros, algo clave para ser feliz. Ya lo decía Henry Ford, “en el trabajo, hay alegría”.