LA MESA SALUDABLE
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Tenemos el privilegio de contar con la dieta mediterránea,
variada en sus productos y recetas
Los excesos navideños, potajes invernales y las croquetas de la abuela pasan factura al guardar las luces y los adornos. Esto empuja a miles de personas a comenzar dietas y programas depurativos. Y, si bien es cierto que estas medidas o dietas détox pueden liberarnos de algunos kilillos de más, pueden ser perjudiciales si no se llevan a cabo de forma controlada. A largo plazo, es más saludable aumentar y potenciar los buenos hábitos alimenticios, siguiendo una alimentación equilibrada basada en las recomendaciones de la dieta mediterránea.
HÁBITOS SALUDABLES
Las dietas mal llamadas “desintoxicantes” -ya que son nuestros órganos, como el hígado y el riñón quienes habitualmente llevan a cabo esta función- pueden contribuir a compensar los efectos de una ingesta excesiva, siempre y cuando se lleven a cabo de forma controlada, siguiendo las especificaciones de un especialista y de forma puntual, por ejemplo, un día a la semana. Ese día, la dieta consistiría en caldos de verduras y zumos de frutas, preferentemente, elaborados en casa. Tan sólo puede aplicarse a personas sanas, en ningún caso a niños, adolescentes, mujeres embarazadas o personas afectadas de enfermedades crónicas o en tratamiento médico. Además, es conveniente consultar con un facultativo antes de iniciarlas.
En general, la mejora de los hábitos alimentarios, siguiendo las pautas de la dieta mediterránea, asociada a un estilo de vida activo, contribuirá, sin duda, a recuperarnos tras los excesos alimentarios de las fiestas navideñas.
Es recomendable realizar ejercicio moderado y adaptado a cada persona, como mínimo 30 minutos al día. Aprovecha para pasear, bailar o busca alguna actividad física de intensidad moderada que te aleje del sofá y de los hábitos sedentarios. La práctica de ejercicio físico favorece, además, la reducción del estrés y la tensión e incrementa el bienestar general.
Recuerda que la hidratación es el primer paso para una vida saludable. La OMS recomienda beber entre 6 y 8 vasos de agua al día. El aparato digestivo solo es capaz de asimilar unos 800 ml de líquido a la hora, por lo que un buen hábito es beber a agua en pequeños sorbos y a intervalos regulares. La mejor opción según indica la Pirámide de Hidratación Saludable es el agua mineral natural con bajo contenido salino, seguido de aguas con mayor contenido salino, bebidas refrescantes sin azúcar/calóricas o infusiones sin azúcar.
También es importante reducir la ingesta de sal y azúcar de nuestra dieta e incluir, diariamente, frutas y verduras en nuestras comidas. Una buena opción son los vegetales de hoja verde como las espinacas, el perejil o la lechuga, ya que contienen muchas vitaminas y minerales. Las frutas más recomendables son la piña, el plátano, el melón y la pera.
Tenemos el privilegio de contar con la dieta mediterránea, variada en sus productos y recetas, y de una cultura que comparte sus comidas con entusiasmo. Para evitar los excesos, nada como utilizar el sentido común. Al fin y al cabo, una buena alimentación es una parte imprescindible de nuestra salud y bienestar.
A continuación te dejamos un vídeo que explica de manera sencilla qué alimentos son más recomendables que otros: